"Un suspiro de alivio se desparrama por la sociedad santarroseña después de que llegara a su fin la tormentosa y enloquecida gestión de Juan Carlos Tierno como intendente. La decisión del gobernador Oscar Mario Jorge -demorona y retardada- proyectando la intervención de la capital provincial trajo consigo un poco de paz después de una agitada administración que no llegó a los 3 meses, que resultó inútil y que pasará a la historia como el peor de todos los intentos políticos que se realizaron desde el regreso de la democracia. La situación ocurrida en Santa Rosa, sin embargo, trae consigo un debate enriquecedor, una discusión pública que nutre a la democracia local de una nueva dimensión, que no se agota en la formalidad del voto y los comicios. La defenestración de Tierno fue la lógica consecuencia de su torpe accionar, plagado de vicios politiqueros, hechos de cuasicorrupción, conductas propias del fascismo, rodeado de un entorno pernicioso y perverso, y a caballo de una dañina incapacidad para la acción política. Paradojas de este tipo de situaciones, la derrota de esa dirigencia fue un triunfo de la actividad política, en su sentido más literal, que es el de transformar las sociedades para mejor. Eso fue la presencia popular en las calles: acción política, compromiso con la cosa pública, intervención en el espacio de todos. El resultado de este proceso es, claramente, un paso adelante. Porque significa una derrota del miedo y un triunfo de las libertades. Y -sobre todo- una posibilidad de que las masas cobren conciencia respecto de su verdadero papel en la historia: cuando se quiere, está más cerca de que se pueda".(Publicado hoy en El Diario. Ver artículo completo acá)
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